Con un peso de 130 kilogramos y metro y medio de altura, los robots K5 son los encargados, desde hace algunas semanas, de vigilar el campus en Silicon Valley de Microsoft.
El diseño y desarrollo de estos tecnológicos vigilantes corre a cargo de la empresa Knightscope, quien destaca que su compañía: “está desarrollando tecnología para predecir y prevenir la delincuencia con una innovadora combinación de la robótica a gran escala, el análisis predictivo y el compromiso social.”
Estos vigilantes con aspecto “amigable pero a la vez intimidante“, según la revista MIT, “utilizan cámaras, sensores, equipos de navegación y motores eléctricos. Hay cuatro cámaras de alta definición (una en cada lado del robot), una cámara de reconocimiento de matrícula, cuatro micrófonos y un sensor meteorológico para medir la presión barométrica, los niveles de dióxido de carbono, y la temperatura. Los robots utilizan Wi-Fi o una red de datos inalámbrica para comunicarse entre sí y con la gente que puede controlar de forma remota sus cámaras, micrófonos y otras fuentes de datos.”
Además, las ventajas descritas por Microsoft son diversas: “El K5 puede funcionar durante alrededor de 24 horas con una sola carga de la batería, navega automáticamente de nuevo al punto de carga cuando se está ejecutando en niveles bajos, y sólo se tarda de 15 a 20 minutos para recargar. Obviamente, a largo plazo, esto es más barato y más eficiente que un guardia de seguridad humano.”
De esta forma se busca que el trabajo monótono y en ocasiones peligroso sea cedido a la inteligencia artificial, afirma Stacy Stephens, cofundadora de Knightscope. Los robots podrían ser utilizados como guardias en sedes corporativas, centros comerciales, escuelas y universidades, ubicándose fácilmente por medio de GPS e instrumentos láser, así como un mapa base precargado.
Las expectativas de la empresa diseñadora se orientan a la reducción de la delicuencia hasta en un 50%, según la descripción del K5 en su sitio de Internet.