«Al hacer una buena acción, todos ganamos.» Al menos, esa es la lección de vacaciones que aprendió recientemente un niño de 9 años quien renunció a un obsequio de Navidad en camino — un nuevo Xbox One — y optó por que su abuela cobrara 300 dólares en mantas y cobijas para la población local sin hogar.
El gesto desinteresado de Mikah Frye, llamó casi inmediatamente la atención de la gente de Microsoft, y la compañía decidió darle al chico ese Xbox de todos modos. Pero eso no fue todo, Mikah, quien reside en el condado de Ashland, Ohio, también recibió algunos regalos más, de hecho, se llevó dos bolsas llenas de productos. El niño no solo obtuvo una consola Xbox One S con temática de Minecraft, sino que también recibió algunos juegos y accesorios adicionales.
La organización que se benefició del acto inicial de caridad de Mikah, Ashland Church Community Emergency Shelter Services, fue una de las que su familia utilizó años antes cuando se encontraron con dificultades financieras. Esto motivó al joven a no sólo comprar algunas mantas para distribuir entre las personas necesitadas, sino también a incluir notas manuscritas para cada persona que recibiera una de las mantas.
“Me dieron una manta, pero tuve que dejarla. Es por eso que quiero que tengas tu propia manta… Hoy, vivo en mi propia casa, y algún día tú también lo harás. Tu amigo Mikah,” era el mensaje escrito en sus notas.
Según lo descrito por la abuela de Mikah, Terry Brant, la propia experiencia del niño con la falta de vivienda inspiró su interés en ayudar a los demás. Llegó a su plan de comprar y distribuir frazadas después de ver a algunas personas sin hogar mientras estaba con su familia. Le preguntó a su abuela cómo se mantienen abrigados durante los meses de invierno y razonó que proporcionarles una manta podría ayudarlos un poco.
“Mi nieto supo de primera mano lo que era no tener una manta por la noche o tener que devolverla al día siguiente,” dijo Brant a una cadena televisiva que la entrevistó. “Entonces, lo primero que quería hacer era darles una manta que pudieran conservar, fue algo noble y él obtuvo su recompensa.»