La creación de productos o servicios lleva en muchas creaciones a los registros de patentes. El sector tecnológico no es una excepción y los dispositivos, programas y sistemas operativos también pasan por ese proceso. El principal motivo es evitar que otros copien y se aprovechen de una idea original y que, incluso, la hagan propia, y en varias ocasiones lleva a las discusiones entre fabricantes. El pasado año fueron varios los que se enfrentaron por esta cuestión, pero dos de ellos «han enterrado el hacha de guerra». Samsung y Microsoft han finalizado su disputa por patentes de Android.
Así finalizan varios meses de idas y venidas a los juzgados. Todo comenzó el pasado agosto cuando Microsoft demandó a Samsung por sus derechos de Android. El motivo fue, según Microsoft, por incumplimiento de un contrato firmado entre ambas marcas en 2011. El contenido del contrato estipulaba que Samsung debía pagar por cada teléfono o tablet vendidos y el Galaxy S5 lo había violado. Este fue solo el hecho que prendió la mecha, y la disputa por patentes no había hecho más que comenzar.
En respuesta, Samsung también mostró su descontento ante la compra de Nokia por parte de Microsoft. No dudó en demandar a la empresa alegando una violación de acuerdo de colaboración empresarial firmado por ambos, y con esto la disputa por patentes continuaba.
Sin embargo al menos uno de los frentes ya se ha cerrado hoy. En un breve comunicado de prensa publicado por Microsoft en su blog oficial, se ha informado de la finalización de la disputa por patentes de Android. Los términos en los que se ha cerrado son confidenciales y ninguna de las dos empresas se ha manifestado al respecto. Lo que sí se sabe, es que el acuerdo de protección frente a problemas con terceros prevalece y que supone «cubrirse la espalda» mutuamente. ¿Habrá finalizado por completo esta disputa por patentes de Android entre Samsung y Microsoft?