El destino de Neuralink y su implante cerebral es incierto, ya que, algunas pruebas han revelado algunos resultados que pueden poner en riesgo el proyecto. Los implantes cerebrales se anuncian como una solución para muchos inconvenientes de la sociedad moderna, sin embargo, falta mucho para que sea una realidad adoptada masivamente.
A partir de los informes revelados por Neuralink, se sabe que han surgido algunos inconvenientes en el proceso. Específicamente, podría tratarse de una mala función de los hilos que conectan el cerebro con el chip. A pesar de que este problema no representa un riesgo para el paciente, surgen muchas dudas respecto a qué implicaciones tendrá.
Los avances conseguidos por Neuralink son reportados constantemente, con la intención de ofrecer una visión más cercana de la evolución del chip N1. Parte de las declaraciones compartidas por la empresa tecnológica, aseguran que se han observado problemas de conectividad entre el chip y el paciente. Asimismo, la empresa comentó que los hilos que conectan este dispositivo con la corteza del cráneo, pudieron haberse desconectado.
Como consecuencia, se pudo observar una reducción en la capacidad del chip de transmitir la información correctamente. Ahora bien, para poder corregir esta incidencia, es importante llegar hasta el núcleo del asunto y determinar qué fue lo que generó la desconexión.
Quienes se encuentran al frente del proyecto, han realizado algunas pruebas con datos concluyentes que indican que pudo deberse a la presencia de una bolsa de aire. Este fenómeno se le conoce como neumoencéfalo, y suele asociarse con cirugías cerebrales, ya que, son asintomáticas, representan un riesgo para el chip.
Mientras tanto, el equipo de Neuralink explora las posibles alternativas para dar con una solución. Por el momento, se cree que sólo se trata de un problema de conectividad, pues el prototipo N1, está implantado en el paciente mediante 1.024 electrodos, los cuales, están repartidos en 64 cables, cuyo diámetro es más fino que un cabello humano.