De acuerdo con lo que la gran G afirma en su nuevo artículo, su nuevo procesador habría logrado la tan esperada meta de la supremacía cuántica.
Este miércoles Google confirmó que ha logrado obtener la supremacía cuántica con su nuevo procesador, el Sycamore. Esto se dio a conocer mediante la publicación del artículo científico en la revista Nature, en su blog de IA y en una entrevista que dio el CEO de Google, Sundar Pichai, a MIT Technology Review.
La gran G llevaba muchísimo tiempo detrás de este objetivo y fue posible gracias al dicho procesador, el cual ha logrado resolver un problema que de otra manera no hubiese sido posible para un ordenador normal.
En el blog explican que “la máquina hizo el cálculo objetivo en 200 segundos, y a partir de las mediciones en el experimento, se determinó que llevaría a la supercomputadora más veloz del mundo unos 10 mil años crear un resultado parecido”.
Hace justo un mes se esperaba que esta noticia fuese oficial luego de la filtración del artículo que hoy sale a la luz. Este servía para aumentar las expectativas respecto a este suceso y también poner en duda la utilidad del mismo. Precisamente, esto es algo que aún está por verse, como lo indican en el artículo:
Como resultado de estos desarrollos, la computación cuántica está pasando de un tema de investigación a una tecnología que desbloquea nuevas capacidades computacionales. Estamos a un solo algoritmo creativo de aplicaciones valiosas a corto plazo.
Enfrentamiento con IBM
En la competencia de las supercomputadoras también está IBM, que refuta lo que publicó Google, y afirma que el hallazgo no es tal y que el lapso de tiempo que ofreció la compañía de Mountain View para la ejecución del cálculo propuesto por una computadora normal sería altamente inferior.
IBM argumentó que “una simulación ideal de la misma tarea puede hacerse en un sistema tradicional en 2.5 días y con mucha mayor sinceridad. De hecho, esta es una estimación conservadora, en el peor de los casos, y se estima que con mejoras adicionales el precio clásico de la simulación pueda disminuirse todavía más”.
De esta forma, queda abierto el debate –y el tiempo de hacer las pruebas para confirmar lo que Google afirma– de cara a la sociedad científica. Lo que sí está claro es que el panorama de la supremacía cuántica es más vasto que nunca antes.