Como todos los años estos días se celebra la entrega de los Premios Nobel en el Instituto Karolinska de Estocolmo. La medicina es uno de los campos que más interés genera y ya tiene sus ganadores para esta edición. Los descubridores del GPS cerebral, el matrimonio compuesto por May-Britt y Edvard Moser y John O’Keefe, han sido los galardonados con el Premio Nobel de Medicina y Fisiología.
El «pionero» en descubrir el GPS cerebral fue O’Keefe en 1971. Se trata de un tipo de célula nerviosa que se encarga de crear una especie de «mapa espacial de lugar» en el cerebro. Gracias a estas células, los sujetos son capaces de reconocer dónde se encuentran o cómo llegar de un punto a otro. O’Keefe dio el nombre de «células de lugar» y comprobó que cada grupo de estas neuronas cambiaba cuando el sujeto ocupaba otro lugar distinto al anterior.
Pero las investigaciones de O’Keefe no quedaron ahí, y en 2005 un matrimonio noruego descubrió otra pieza clave. Las células descubiertas por May-Britt y Edvard Moser, llamadas «células de red», aportan información más detallada acerca de la ubicación espacial. Además, se encargan de mantener la orientación durante el movimiento. Con este conjunto, el GPS cerebral ha quedado más explicado así como su propio funcionamiento. Hasta el momento la mayor parte de experimentos se han realizado en ratones, sin embargo, las pruebas realizadas en algunos pacientes sometidos a técnicas neuroquirúrgicas han demostrado que el ser humano dispone de estas redes.