La llegada del COVID-19 fue algo que nadie se esperaba, un virus mortal que recorrió todo el mundo. Sin embargo, en un corto tiempo los encargados en buscar una solución o prevención de este virus tuvieron el trabajo más difícil, principalmente para detectarlo en la población. En la actualidad, dos métodos para detectar el virus SARS-CoV-2 han sido creados.
En primer lugar, tenemos las pruebas de PCR, las cuales son las más seguras y precisas en sus resultados, pero, sin embargo, el tiempo de duración para dar un diagnóstico final suele tardar demasiado. En segundo lugar, tenemos las pruebas rápidas, pero poseen la gran desventaja al tener un bajo éxito en los resultados a la hora de detectar un contagio temprano.
Sabemos que la tecnología continúa trabajando, y los avances que han presentado en la Universidad Johns Hopkins, ubicada en los Estados Unidos, nos ha sorprendido gracias a la publicación de su nuevo proyecto. Se trata de un sensor para realizar pruebas de COVID-19 más rápido y seguro, ya que, el proceso consta de sólo poner una gota de saliva en el dispositivo y en cuestión de minutos obtener un resultado negativo o positivo.
Ishan Barman, profesor asociado de ingeniería mecánica; y David Gracias, profesor de ingeniería química y biomolecular, fueron los creadores principales de estos sensores. Señalaron que estos sensores poseen una mezcla de funcionamiento entre la prueba de PCR por su exacta precisión del 92% en los resultados, y el funcionamiento con la prueba rápida, ya que, el manejo y manipulación de este sensor es bastante fácil y puede ser utilizado de manera masiva.
Este sensor posee unas antenas metálicas aislantes creadas por el Laboratorio Gracias, con un funcionamiento de litografía con tecnología de nanoimpresión de gran superficie; también incluye una espectroscopia Raman de superficie (SERS) donde se analiza la muestra de saliva por medio de un aprendizaje automático. Este sensor puede ser ubicado en cualquier superficie, y a futuro podría adaptarse a un dispositivo de mano, con el objetivo de realizar pruebas rápidas en casos de emergencias.
Es un sensor que no solo fue creado para detectar el COVID-19, sino que también puede detectar el H1N1 y el Zika. El equipo de creadores aún se encuentra trabajando en los sensores, por lo que, se encuentran en modo de prueba, y aún no publicarán su lanzamiento.