Aunque Samsung aún no ha dado pistas sobre los detalles de su próximo buque insignia, algunos detalles han comenzado a salir a la luz. El principal de ellos tiene que ver con el precio del Galaxy S10, aunque de confirmarse la teoría de los tres modelos, es probable que la empresa opte por vender el Galaxy S10 a un precio cercano a los US$700, el Galaxy S10 Plus con un precio entre los US$800 y US$950, mientras que la tercera versión con tecnología 5G costaría un poco más de US$1,000.
La gran novedad en el diseño llegaría en su pantalla, la cual sería la Infinity O que presentó la empresa durante la Samsung Developer Conference a principios de noviembre, revelando una pantalla sin ceja o notch que integra un orificio directamente en la pantalla para acomodar la cámara frontal.
No es claro si ese orificio estará centrado en la parte superior de la pantalla o si se ubicaría en una de las esquinas laterales del dispositivo, pero es sin duda un cambio importante que permite integrar más pantalla sin incluir una molesta ceja como la mayoría de celulares han hecho por ya más de un año.
Asimismo, es muy posible que la empresa se despida del conector de audífonos tradicional de 3.5mm. Esto es algo que no sería del agrado de muchos usuarios, pero si Samsung decide remover el jack, ya no sería posible encontrar un conector en celulares de alta gama, pues este ha dejado de hacerse presente en los modelos Pixel 3, Pixel 3 XL, OnePlus 6T y el iPhone XS.
Por otra parte, los Galaxy S10 podrían también venir en colores gradiente como el que comenzó a ofrecer el Galaxy S9 Plus en su variante Ice Blue. Según el blog SamMobile, los Galaxy S10 llegarían en color negro, blanco, amarillo y verde. Además, este blog afirma que Samsung ofrecería el Galaxy S10 con una parte trasera de cerámica, disponible en color negro y blanco.