Los smartphones que usamos hoy en día son alrededor de 100 mil veces más potentes que los procesadores de las computadoras que la NASA utilizó en 1969 para mandar al hombre a la Luna. Incluso los juguetes interactivos de la actualidad tienen 4 veces más poder de procesamiento que la tecnología de hace 45 años, de acuerdo a National Geographic.
En 1969, la tecnología de punta que logró la misión más peligrosa hasta el momento fue el Apollo Guidance Computer (AGC), un equipo de cómputo diseñado por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y construido por la firma Raytheon.
El AGC se instaló en el Módulo de Mando Lunar, es decir, en la nave espacial, y proveía las interfaces necesarias para la guía, navegación y control del Apollo XI. Éste fue uno de los primeros equipos de cómputo basados en circuitos integrados y su memoria RAM soportaba tan sólo 2,048 palabras. De acuerdo a Fayerwayer, todo ese poder estaba almacenado en una placa que pesaba 30 kilogramos y consumía 55 Watts.
Otra computadora, que se quedó en la Tierra, en el Centro Espacial Goddard, fue la IBM System/360, cuya función era establecer comunicación con la nave espacial. Este modelo de IBM fue el primero que permitió trabajar en paralelo con otros equipos de cómputo.
La NASA utlizó cinco de estos modelos de IBM, cuyo precio individual ascendía a los $5.5 millones de dólares. Ahora, cualquier dispositivo de bolsillo supera en miles de veces la capacidad de procesamiento de la tecnología de hace casi medio siglo.