Entre las nuevas características que se agregaron a los Tesla Model S y Model X, se ha destacado la presencia de un elemento bastante novedoso en lo que se refiere a la conducción de vehículos: el cambio de marcha a través de una función táctil. Si, Tesla eliminó los botones que permitían seleccionar las marchas del cambio automático si queríamos controlarlas nosotros.
Ahora la firma ha decidido integrar esa opción, pero lo ha hecho a través de la pantalla táctil de estos vehículos. En ella tendremos que deslizar el dedo en uno de los laterales, una idea que nos parece terrible y que pone en riesgo la seguridad de quienes van en ese coche (y del resto de conductores que estén cerca).
Obsesión con la táctil
Como otros vehículos con cambio automático, el conductor no tiene que hacer nada en estos Tesla para cambiar de marcha: el coche detecta el mejor momento para hacerlo de forma eficiente, pero hay situaciones en los que los conductores de estos coches quieren tomar el control del cambio para pasar a un modo algo más parecido al cambio manual.
Ahora Tesla ha introducido la posibilidad de controlar el cambio de marchas automático con sus tradicionales marchas (PRND, por Park, Reverse, Neutral y Drive), pero en lugar de hacerlo con una palanca de cambios como hacen otros coches o de botones en un mando situado junto al volante como ellos mismos ofrecían hasta ahora, en Tesla han decidido implementar un sistema táctil que se controla desde el panel central.
Michael Hsu, un experto en seguridad automovilística que ha tenido acceso a las pruebas de los nuevos modelos de Tesla, ha sido el primero en poner el grito en cielo. Para Hsu, «se trata de una operación peligrosa, confusa, y el conductor nunca sabe realmente si el vehículo ha comprendido el comando,»
Hsu no ha sido el único en criticar este medida. Otros expertos han efatizado que cualquier control táctil de este tipo implica un riesgo: el conductor desvía su mirada de la carretera y la centra pantalla, allí debe ubicar la función, deslizar su dedo y asegurarse que el cambio se realice. «Todo este proceso,» explican los expertos en seguridad, «plantea una amenaza real para de quienes van en ese coche, pero también para quienes van en coches que circulan alrededor de él.»