Decir que las redes sociales cambian el modo en el que interaccionamos con el mundo se queda corto, muy corto. Que se lo pregunten a Mike Ramirez, el estudiante de instituto que consiguió que Caitlyn, una cheerleader tejana de la NFL (Liga Nacional de Football Americano), asistiera con el a su baile de fin de curso.
«Big Mike», como lo conocen sus amigos del Crosby High School en Houston, había terminado la relación con su novia muy recientemente cuando le vino en mente pedir a través de Twitter compañera para el baile. Algo que empezó como una idea loca se materializó rápidamente en esos 140 caracteres: «Si consigo 10,000 retweets, ¿irías conmigo al baile de fin de curso? 🙂 ¡Te lo pediré de una manera bonita!».
Caitlyn, que no puede dar sus apellidos, respondió afirmativamente. 10,000 tweets más tarde, la magia de Twitter hizo el resto y el sábado por la tarde, la guapísima cheerleader asistió con Mike a su baile. Aunque el chico ha admitido que para él todo fue una especie de broma y que no se esperaba que la chica realmente asistiera al evento, Mike Ramirez se ha mostrado agradecido por la presencia de la cheerleader.
Pero Caitlyn no fue la única en aparecer. A la hora de la cita, una limusina dejó a Caitlyn y a otras seis compañeras animadoras que entraron con los chicos en el restaurante donde cenaron y donde los periodistas cubrieron la noticia de la rara pareja.
¿Márketing para las cheerleader de la Universidad de Houston? ¿Golpe de suerte para un chico de instituto? Aún no está claro, pero hay algo que Big Mike le diría a a Twitter, y es un inmenso «gracias».