El sector del automóvil ha pasado por multitud de cambios desde su nacimiento. Las últimas décadas han sido importantes en este sentido tras incorporar los cambios automáticos y, más recientemente, las aplicaciones móviles. La compatibilidad de estas con los coches han supuesto una gran mejoría y ayuda para los conductores, pero el siguiente paso son los coches autónomos. Google lleva tiempo trabajando en su prototipo y a la vez es uno de los principales inversores de Uber. Sin embargo la relación quizá pueda verse perjudicada por el interés de Uber en construir coches autónomos.
La alianza de Uber y Google comenzó en 2013 tras realizar el último una inversión de $258 millones. Desde entonces el grande de Mountain View ha destinado muchos de sus esfuerzos y recursos a la controvertida aplicación, e incluso se llegó a pensar en la posibilidad de que finalmente la adquiriera. Pero de continuar el plan de Uber y construir coches autónomos, la situación cambiaría.
Obviamente de momento se trata de un proyecto, aunque parece bastante factible. Mientras la división Google X busca llegar a construir coches autónomos en 2020, Uber ha anunciado que está trabajando con la universidad Carnegie Mellon en el desarrollo de tecnología para estos vehículos. Los comentarios al respecto no han tardado en comenzar, y Google ha manifestado opiniones aunque haya sido de manera indirecta.
Chris Urmson, director de Google a cargo del proyecto de coches autónomos ha afirmado que los coches sin conductor de Google podrán demostrar su utilidad a largo plazo al convertirse en coches compartidos, llamados por los usuarios para recogerlos allá donde estén y llevarles donde quieran.
Estas palabras chocan frontalmente con la finalidad de la aplicación. Uber nació para poner en contacto a personas que necesitaran moverse y quisieran compartir coche, y aunque ha sufrido varios reveses, continúa en pie. De continuar con el propósito la alianza con Google sería imposible y, por lo tanto, tendría que buscar apoyo en otras empresas. A dónde llevaría o cómo terminaría, solo el tiempo puede decirlo.