Uber quiere sus propios coches autónomos

Uber, la compañía de taxis a pedido, ha dado a conocer hoy uno de sus más ambiciosos proyectos. Según se anunció hoy en el blog oficial de la startup, su próximo gran paso será el desarrollo de coches autónomos que llegarían a ser la competencia directa de las Lexus RX450h que Google usa en su propio proyecto de coches sin conductor. En un primer lugar, los coches formarán parte de un proyecto para recolectar información acerca de de mapas y rutas convenientes para sus conductores. La segunda fase sería, una vez perfeccionados los vehículos, implementar esta tecnología en sus servicios de taxi a pedido.

Para mencionado proyecto, Uber ha elegido la ciudad de Pittsburgh, Pensilvania. El coche elegido es la versión Híbrida del Ford Fusion, pero de momento se desconoce de algún tipo de acuerdo entre las compañías. Debemos recordar que está semana Google anunció un importante acuerdo con Fiat Chrysler, lo que permitirá que al menos 100 camionetas Fiat Pacifica sean usadas por Google en sus proyectos de coches sin conductor.

Uber, sin embargo, no ha confirmado si estos coches serán la próxima versión de los conductores de los autos afiliados a la compañía, lo que significaría que ya no se necesitarán los conductores humanos, situación que ha comenzado a preocupar a los miles de chóferes que se benefician de Uber. Según datos publicados en The Wall Street Journalen en enero de 2015, Uber cuenta con un promedio de 150,000 conductores en los Estados Unidos, y una gran parte de ellos podrían verse afectados. 

¿Porqué tanto énfasis en los vehículos sin conductor?

De acuerdo al comunicado oficial de Uber, «1.3 millones de personas mueren al año en accidentes de auto, de los cuales al menos el 94 por ciento de esos accidentes involucran algún tipo de error humano. En el futuro,» dice la empresa, «creemos que esta tecnología significará menos congestión vial, transporte más asequible y accesible, y menos vidas perdidas en accidentes automovilísticos.» Sin lugar a duda, un esfuerzo que primero debe ser perfeccionado, y luego evaluado para ver si verdaderamente la cifra de muertes puede ser disminuida, y que otro tipo de problemas pueden surgir al hacer uso de estas tecnologías.