Es cierto que existen programas para poder controlar los ordenadores de otros usuarios de forma remota, este tipo de programas se llaman RATs (Remote Administration Tools) y se utilizan bastante en el mundo de la informática para configurar equipos de forma remota. Una herramienta muy cómoda y útil; y al mismo tiempo un arma de doble filo.
Este tipo de programas se pueden utilizar para acceder también a componentes del ordenador como la webcam, y de hecho se hace sin que los propietarios (normalmente chicas…) se den cuenta de ello. No hay más que hacer una búsqueda en internet para darse cuenta de cruda realidad.
Desde hace unos años, para prevenir este tipo de ataques, los fabricantes de portátiles incluyen junto a la webcam una pequeña luz LED que necesariamente (en teoría) tiene que encenderse si la webcam está en funcionamiento. Por un lado no todos los equipos cuentan con esta protección, y por otro, los hackers consiguen hacer funcionar la webcam sin necesidad de encender la luz.
Pero no pasa esto en todos los equipos, hasta ahora MacBook ha presumido de su impenetrabilidad, pero un estudio de la universidad Johns Hopkins ha dado con una forma de burlar esta protección y acceder a la webcam manteniendo apagado el LED indicador. De momento han conseguido burlar el controlador de los equipos anteriores a 2008, pero no se descarta que puedan también con los más modernos. Si os interesa, aquí podéis encontrar el estudio detallado.
El problema también podría extenderse a nuestros smartphones, debéis preocupaos por sus dos cámaras, que además no incluyen ningún tipo de LED de notificación para el acceso a la cámara. Para ello la Universidad de Alicante ya está trabajando en un sencillo elemento de seguridad, a priori parece incomodo, pero puede llegar a ser interesante.
Con un mantenimiento correcto de nuestro ordenador, un antivirus decente y sobre todo, no instalando software de fuetes desconocidas que puedan contener malware; en teoría no deberíamos tener problemas. Pero si quieres estar totalmente seguro, lo mejor es que pongas el post-it y te olvides. Otras posibles soluciones podrían pasar por incluir un interruptor físico que corte totalmente el acceso a la webcam a no ser que sea accionado por el usuario.