Vivimos en un mundo donde la capacidad de influencia es un tipo de riqueza y el contenido es la divisa. La influencia ha cambiado mucho: ya no está reservada a unas pocas estrellas que dictan a las masas las tendencias, modas, opiniones, etc. Ahora, gracias a las redes sociales, cualquiera puede tener una considerable capacidad de influencia.
Para lo bueno y para lo malo, todos tenemos los medios para entretener, educar o impresionar de alguna manera a los demás. Todos conocemos casos de personas que se han hecho famosas exclusivamente gracias a su actividad en las redes, y aunque nuestros objetivos sean otros, conviene estudiar ese fenómeno y comprenderlo.
Algunos de mis logros tienen su origen en las redes sociales, en la habilidad o suerte que he tenido para conseguir convertir mis actividades online en oportunidades e ingresos. Por ejemplo, las redes me han permitido conocer a algunos directores de casting a través de los cuales he recibido ofertas de trabajo, y a otra gente que con el tiempo se han convertido en mis socios profesionales. Las redes nos aportan cierta perspectiva sobre nosotros mismos y la forma en que somos percibidos por otros.
Así, podemos perfilar y posicionar nuestro contenido sin perder detalles importantes en el proceso. Saber que tengo el control total sobre lo que transmito me da mucha tranquilidad. En ocasiones un mensaje adecuado en el momento justo, un simple hashtag o una foto valen para crear influencia. Creo, además, firmemente en la paciencia y en sembrar semillas para el futuro, sin esperar rédito inmediato. Para esto, las redes son perfectas. Post a post, con perseverancia, se acaba llegando a la meta que cada uno se haya puesto.
He tenido ocasión de comprobar en numerosas ocasiones lo que las redes sociales pueden ayudar a tu credibilidad y marca personal, es como una bola de nieve, empieza como algo pequeño, casi insignificante, un post, una foto, un comentario que alguien retuitea, que otro comenta, que un blogger cita… Si esto es así, imaginate si no lo dejas en manos del azar, si eres cuidadoso y constante con tu contenido. Eso sí, no seas impaciente. Las redes no tienen trucos mágicos y la perseverancia es una de tus grandes aliadas en este mundo; no la única, hay otros aspectos muy importantes de los que hablaremos otro día, pero la constancia es fundamental para alcanzar la capacidad de influir que abre las puertas a varias oportunidades.
Y tú, ¿has hecho algo últimamente para mejorar tu impacto e influencia en las redes?