Los últimos rumores apuntan a que el próximo Google Pixel 6 que llegará al mercado con un SoC diseñado por la compañía de la G. Apple ya ha dado el salto a sus chips M1 en sus PCs y portátiles, y la revolución ARM hace que estemos viendo un cambio en el modelo en el que los fabricantes diseñarán sus micros y controlarán mucho más sus ciclos de lanzamiento. Habrá más competencia que nunca, parece, y eso es buena noticia para nosotros, los consumidores.

Cuidado Qualcomm: viene Google

Google lleva ya tiempo trabajando en sus propios chips. En octubre de 2016 abrían la puerta a diseñar sus propios procesadores para los móviles de la familia Pixel —los rumores de esa intención eran incluso anteriores—, pero durante todos estos años no ha habido apenas noticias al respecto.

El esfuerzo por desarrollar sus propios microprocesadores y SoC para móviles se intensificó a mediados de 2017 con la contratación de Manu Gulati, que antes había trabajado varios años en el desarrollo de los SoC para los móviles de Apple.

Todo ese trabajo podría verse por fin cristalizado este próximo otoño en la introducción de los Pixel 6. Diversas fuentes indican que este móvil contará con el SoC GS101, con nombre en clave Whitechapel. Los datos apuntan a que el chip (GS aparentemente es el acrónimo de ‘Google Silicon’) se ha desarrollado en colaboración con Samsung, y estaría orientado tanto a los móviles como incluso a futuros Chromebooks de la firma.

Apple ha sido la primera en demostrar que ese enfoque no solo es válido para móviles, sino también para portátiles y PCs de sobremesa, y ahora los rumores se van amontonando: Microsoft apunta a seguir ese camino (ya hizo sus pinitos con los SQ2) y hace unos meses se supo que preparan sus propios SoC ARM tanto para servidores —Google también está en esa batalla— como incluso para sus Surface.