Análisis: Samsung Gear S3, un smartwatch más autónomo con aires de reloj analógico

Hace aproximadamente un año, Samsung lanzó el Gear S3, un dispositivo que ocupó el primer lugar en la categoría de relojes inteligentes del más reciente informe entregado por Consumer Report, después de alcanzar una calificación de 93/100, el mejor puntaje en esta categoría, en la que compitieron aproximadamente 19 marcas. Hemos tenido la oportunidad de probar el smartwatch durante algunas semanas, y por eso, a continuación les compartimos nuestro análisis.

Diseño robusto, aunque algo incomodo

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Tanto en acabados como en materiales, el Gear S3 Frontier está a un gran nivel. Al tener el primer encuentro con el dispositivo, es difícil detectar que se trata de un gadget, pues Samsung diseñó el Gear S3 para que fuera lo más parecido posible a un reloj tradicional, algo que definitivamente juega a su favor.

El reloj tiene una pantalla de 1,3 pulgadas y un diseño circular bastante atractivo. En cuanto a sus materiales, el smartwatch está construido con acero inoxidable y viene con una correa de silicona que puede ser reemplazada fácilmente.

No obstante, y aquí viene el pero, el Gear S3 es un reloj bastante grande y voluminoso, lo que me hizo sentir que está más orientado para el público masculino, pues en mi caso personal, sentí que era muy pesado y en momentos algo incómodo de llevar a diario.

Por otra parte, el reloj inteligente de Samsung tiene en la parte posterior un anillo circular que es giratorio y está ubicado en la parte exterior de la esfera. A decir verdad, me gusta mucho que no sea solo un elemento decorativo sino que sea funcional y que con él podamos acceder a las opciones del dispositivo. Al revisar el equipo en el lateral derecho, encontramos dos botones y el micrófono, mientras que al lado izquierdo está una rejilla donde se ubica el altavoz. En síntesis, el reloj está muy bien construido, es robusto y tiene una apariencia bastante atractiva.

Un completo monitoreo de actividades

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La robustez del Gear S3 se justifica cuando notamos que el dispositivo es resistente al agua y al polvo, pues cuenta con certificación IP68, y también con una especificación militar llamada MIL-STD-810G, algo que hace que podamos hacer ciertas tareas riesgosas (como sumergir el dispositivo al agua durante 30 minutos) sin poner en peligro al gadget.

El reloj tiene un muy buen desempeño, gracias a su procesador Exynos 7270, y su conectividad WiFi 802.11n sin duda ayuda a que el dispositivo gane puntos, pues no siempre debe estar sujeto a la conexión de datos de nuestro teléfono, lo que nos permite utilizar varias funciones del reloj sin depender del smartphone.

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Ahora hablemos de mi experiencia con el software. La versión 2.3.2 de Tizen ofrece una tienda de aplicaciones y esfera realmente llamativa, y que está muy por encima de las que podemos encontrar en Android Wear. Hablo del tema debido a que actualmente tengo un Moto 360 de primera generación y las posibilidades de personalización que me ofrece Tizen son muy superiores a las que tengo en mi reloj inteligente personal. Incluso, durante el tiempo que estuve probando el Gear S3 fui muy feliz al descargar gratuitamente una esfera de Super Mario Bros.

En términos de salud y la posibilidad de medir diferentes actividades en el reloj, debo admitir que el Gear S3 y en general los smartwatch, nos hacen sentir la necesidad de movernos más durante el día, pues solo viendo los números que el reloj cuantifica por nosotros a diario, noté que en ocasiones suelo ser muy sedentaria. Por ejemplo, el Gear S3 detecta si llevamos sentados mucho tiempo y motiva a movernos un poco, eso sí, registrando la actividad que realizamos a diario para que queramos superarnos cada día.

Así que este este es un punto más a favor de este tipo de gadgets, eso sin dejar de lado la posibilidad que nos ofrece de escuchar música con su altavoz o emparejando el reloj con unos audífonos Bluetooth, todo esto sin depender del smartphone. Voy a detenerme en el tema del altavoz que es bien interesante, pues no solo sirve para la música, sino que también nos permite hacer o recibir llamadas (aunque admito que esa función solo la probé en casa, porque en la calle además de ser un poco peligroso, me sentía muy rara hablándole al reloj).

¿Y la autonomía?

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Respecto a la autonomía, los 380 mAh del Gear S3 nos ofrecen una duración de batería bastante considerable, por lo que no tendremos que estar cargando el reloj al final del día (como si se tratara del celular) sino que tendremos un lapso más amplio, pues en el tiempo que lo utilicé me llegó a durar casi tres días, con un uso moderado pues por el trabajo, no podía estar utilizando al máximo funciones como la medición de actividades.

Si ustedes quieren un smartwatch atractivo, con buen desempeño y no les interesa su peso o robustez, el Gear S3 Frontier es una muy buena opción. Pero si por el contrario prefieren un reloj más ligero, definitivamente este dispositivo no les puede gustar tanto, como les dije, en mi caso personal, lo sentí bastante pesado para el uso diario.

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