Después de China y Estados Unidos, India es el tercer consumidor de smartphones mundial, pero es un país en el que también hay una gran pobreza. Google, ha decidido que sus productos deben llegar a cada rincón del mundo, y ha visto en India un mercado muy interesante.
Para impulsar el crecimiento en países emergentes como este, Google se puso a trabajar con fabricantes como locales como Micromax, Karbonn y Spice Mobiles hasta que ayer nos presentó en Nueva Delhi el primer dispositivo de la iniciativa Android One con un precio de tan solo 105 dólares.
Con la iniciativa Android One lo que pretende Google es que los fabricantes low cost no personalicen en demasía sus terminales con el fin de integrar Android en ellos sin que se ralenticen con el tiempo y que Google pueda controlar las actualizaciones de sofware para que cuenten siempre con las última versión bien adaptada.
En teoría, lo que busca Android One es hacer la telefonía accesible para todos, incluso a los más desfavorecidos; en concreto a los más de 5.000 millones de personas que aún no tienen un smatphone, y que estos no tengan que recurrir a imitaciones o equipos con un hardware de dudosa calidad.
Esa es la teoría, pero podemos interpretar perfectamente que Google no tiene suficiente con ser líder en las gamas más altas con terminales como sus Nexus; también quiere introducirse en el mercado de la gama baja-media, competir con fabricantes de terminales similares como Samsung, Motorola o Xiaomi y convertirse en líder en este sector del mercado. Al mismo tiempo con el proyecto Android One hace una campaña de imagen en la que muestra su preocupación por el acceso de todo el mundo a las nuevas tecnologías de comunicación.