Finalmente, la espera ha concluido, y ya podemos hacer una revisión más certera de lo que nos trae Apple con su nuevo lanzamiento. Las especificaciones sobre lo que se traían entre manos para el iPhone 16 se cumplieron parcialmente. Pero la verdad es que es un teléfono pensado esencialmente para la IA, con herramientas potentes que van a poner las cosas muy difíciles para la competencia.
Los iPhone destacan por su alto rendimiento en lo que respecta a procesamiento. En esta oportunidad no nos defraudan y demuestran una vez más porque son una de las marcas de alta gama con mayor reconocimiento en el sector. La presentación estuvo protagonizada por la llegada de los iPhone 16 y 16 Pro, los cuales estuvieron caracterizados por una evolución bastante discreta.
Quizá los cambios que la mayoría esperaba se cumplieron, así que Apple ha sabido direccionar sus esfuerzos para poder mantener a sus consumidores contentos. Si tenemos que elegir algunos de los cambios que nos resultan de mayor interés, tenemos que decir que su procesador y la evolución de la cámara son los más notables.
Con relación a las herramientas de inteligencia artificial que ha venido desarrollando la marca de Cupertino, por el momento, solo estarán disponibles en Estados Unidos. Ahora bien, un factor clave que va a cambiar para siempre los iPhone a partir de ahora es el sistema de refrigeración. Quizá esta es la novedad que nadie esperaba, pero que definitivamente todos necesitábamos.
El nuevo diseño de los de Cupertino se centra en ofrecer una optimización en la disipación térmica, para lo que se han empleado materiales que acumulan ambos calor. A menor temperatura, el rendimiento que se puede conseguir es muy superior, lo que supone el cambio más interesante de estos nuevos iPhone 16. En términos de Hardware, hacía un tiempo desde que Apple no ejecuta un cambio tan significativo en sus buques insignia. Más allá de pensar en la estética, han pensado en el rendimiento, y al final del día, es lo que realmente necesitamos.