Comprar un teléfono nuevo significa tener el problema de cómo disponer del teléfono antiguo. Generalmente, darte el regalo de un dispositivo nuevo no significa que tu viejo teléfono esté condenado a quedar abandonado en un cajón hasta que decidas tirarlo. Si no quieres regalárselo a alguien o vendérselo al mejor postor, siempre puedes «convertirlo» en algo útil para darle un nuevo uso.
Ya en otras ocasiones hemos hablado de la posibilidad de convertirlo en una cámara de seguridad, en una dash-cam para el coche, en un walkie-talkie e incluso en un mando a distancia. Lo que te proponemos hoy es convertir tu viejo móvil en un reproductor de música para que puedas escuchar tanto tus canciones almacenadas en él como la música en streaming.
Antes de nada, tienes que decidir si vas a escuchar la música con auriculares (inalámbricos o con cable, si es que dispone de toma jack) o si vas a hacerlo por el altavoz. En este último caso, asegúrate de que el altavoz del móvil esté limpio y ofrezca un sonido potente; si no es así, lo mejor será conectarlo a uno externo a través del bluetooth o de su toma jack de auriculares.
A partir de ahí, tenemos tres opciones: almacenar canciones en la memoria interna o la tarjeta microSD del móvil (no requiere conexión a Internet) y utilizar el reproductor que traiga preinstalado, elegir una de las múltiples aplicaciones que existen en Google Play para escucharlas, o recurrir a los servicios de música en streaming.
Sea cual sea la alternativa elegida, no está de más borrar el resto de aplicaciones y archivos del teléfono que no tengan nada que ver con la música. De esa forma, todos los recursos disponibles quedarán al servicio de nuestras canciones.
Finalmente, ya sea que vas a usar el reproductor preinstalado en tu teléfono, como si prefieres optar por una app de terceros, lo primero que debes hacer es descargar música en tu móvil. Para ello, puedes recurrir a alguna de las diferentes páginas webs que permiten hacerlo gratis y legalmente, pues sólo ofrecen canciones libres de derechos. Algunos ejemplos son Audionautix, Musopen (centrado en música clásica), Bensound o Incompetech.