Todo indica a que el próximo Samsung Galaxy S10 incorporará un sensor de huellas oculto bajo la pantalla. Y no, esta vez no se trata de un ruo sin fundamentos. Una patente y un contrato han revelado que Qualcomm será el proveedor de una serie de nuevos componentes que darán vida a esta tecnología que ya han aplicado otros fabricantes, pero que Samsung aún no ha instalado en ninguno de sus móviles.
El lector de huellas funcionaría por ultrasonidos, es decir, sería el primero en no ser ni óptico ni capacitivo. Podríamos desbloquearlo con el dedo húmedo (o debajo del agua), y podrá incluso medir la presión y el ritmo cardíaco. Varios sitos webs han incluso afirmado que los smartphones podrían también aprovechar los gestos, y aplicarse en wearables médicos, todo bajo una pantalla AMOLED, de forma bastante discreta.
¿Innovación? Como sabemos, cada vez es más difícil innovar en el mundo móvil, pero las grandes marcas lo siguen intentando. Samsung ya está preparando baterías plegables y sensores bajo la pantalla, otras empresas apuestan por las 9 cámaras en el mismo móvil, mientras que otras siguen creyendo que la verdadera revolución está en el software, no el el hardware.
Sea como sea, la tecnología móvil ha reducido su aceleración, por lo que cada vez es más difícil dejarnos con la boca abierta cada vez que se presenta un nuevo móvil en el mercado. Más gigas, más pantalla, menos márgenes, más MP en la cámara… parece que de momento eso es todo… Pero no debemos perder la expectativa.