La guerra Uber vs Taxi comienza en España

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Los servicios de transporte público en España están sufriendo fuertes ataques por parte de las nuevas tecnologías, que además trabajan en un marco legal un tanto dudoso y en ocasiones más orientado a la ilegalidad. Un ejemplo es Uber, la aplicación que nos permite solicitar un coche con conductor para realizar un trayecto. El problema es que este tipo de transporte ya existe, se llama Taxi y tiene una regulación legal y administrativa a la que Uber no se adapta.

Los taxistas españoles a través de la Confederación del Taxi de España han anunciado a través de Europa Press que si no se toman medidas contra este tipo de servicios se verán obligados a movilizarse en conjunto.

El problema aquí es que ambas partes tienen algo de sentido, por un lado, los taxistas han tenido que sufragar una serie de licencias y deben contar con ciertas herramientas que suponen una inversión de miles de euros para poder ejercer la profesión. Después para amortizar esa inversión tienen que establecer unas tarifas que para muchos resultan elevadísimas o en muchas ocasiones, aprovechando el desconocimiento de los pasajeros nos dan la típica vuelta para cobrar un poquito más.

Para más inri en muchas ciudades españolas el número de licencias de taxi es excesivo, por lo que los taxistas tienen aún más difícil ganarse el pan. Si a todo esto le añadimos una aplicación como Uber, un servicio sin regulación legal, con precios más competitivos y que promueve la economía sumergida… es norma que los taxistas se quejen y vean cerca su fin.

Además, la propia Uber (propiedad en parte de Google) tiene un fin totalmente lucrativo y facilita el pago a través del propio teléfono móvil con la aplicación.

Veremos en qué desemboca todo esto, y cómo termina la batalla Uber vs Taxi, pero lo lógico sería facilitar el acceso a los taxis o desarrollar y dar a conocer aplicaciones que nos permitan compartir un taxi de forma más cómoda, así gana el usuario, gana el taxista y ganan las nuevas tecnologías; de lo contrario el sector del taxi va a tener serios problemas.

Personalmente, estoy totalmente en contra de Uber, ya que es un servicio paralelo al de los taxis y que no está regulado. No es igual que el caso de BlaBla Car, que permite a los particulares compartir coche en trayectos largos y ahorrar unos euros en combustible. Es cierto que esto también puede afectar al sector del transporte público, pero ni mucho menos de la forma que puede hacer lo Uber con los taxis.

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