Los coches autónomos de Google se aceptan como conductores en los Estados Unidos

Según la Real Academia Española la palabra conductor sirve para designar aquello “que conduce” por lo que consideramos como conductor a una persona que dirige, guía o conduce un vehículo. Sin embargo las cosas cambian con el tiempo y la Agencia Federal de Seguridad Vial de Estados Unidos ha decidido que ya es hora de que reconsideremos la definición de esta palabra. ¿Cómo? Pues con “la ayuda” de Google.

Chris Urmson, el jefe del proyecto de conducción de Google, solicitó al gobierno en su momento que se tratara a la iniciativa de sus coches autónomos de la misma manera que a los conductores tradicionales. Estos coches automáticos no necesitan de una persona que los conduzca porque es el propio sistema quien los controla, “la computadora”, lo que da lugar a dudas a la hora de incluir estos automóviles en el Reglamento de Tráfico.

Algunas de estas dudas se están despejando porque la NHTSA, la Administración Nacional de Tráfico y Seguridad en Carreteras de Estados Unidos, ha respondido a esta petición mediante una carta enviada a Google en la que reconoce que el ordenador que guía estos coches se puede considerar como un chófer, que viene a ser lo mismo que un conductor. Parece que todavía queda un largo camino para que se termine de regular esta situación pero por lo menos se observa cierta disposición al cambio, ¿No creéis?