Seguramente esto dice algo sobre el lado oscuro de la tecnología que, a medida que pasa el tiempo, es probable que muchos de nosotros creamos lo peor de lo que dicen de nuestros dispositivos. Que nos manipulan, que nos escuchan, que nos espían, que nos vigilan, que se aprovechan con el servicio de venta de anuncios, incluso si se presenta evidencia de lo contrario.
Recientemente, algunos académicos de la Universidad Northeastern se propusieron investigar una suposición que ya lleva mucho tiempo en el mundo de la tecnología: la conspiración zombi que nadie parece poder matar sobre si nuestros teléfonos nos están escuchando secretamente para saber qué anuncio mostrarnos.
Una conspiración que nada menos que el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg intentó aplastar él mismo cuando lo interrogaron en el Congreso a principios de este año.
Lo que los investigadores encontraron fue que tu teléfono no te está espiando, a menos no de esa manera.
El estudio analizó 17,260 aplicaciones de Android y específicamente prestó atención a los archivos multimedia que se envían desde ellos. Como lo resume Business Insider, “los investigadores no encontraron ningún caso en el que estas aplicaciones activaran el micrófono del teléfono de forma espontánea y enviaran audio. Pero descubrieron que algunas aplicaciones enviaban grabaciones de pantalla y capturas de pantalla a terceros”.
Este es el tipo de encabezado de las noticias que ocasiona un descontento entre los usuarios de la tecnología que se basa en componentes tan emocionales que los hechos del asunto casi no importan. Es lo mismo con el reciente titular sobre terceros que leen tu Gmail, Cambridge Analytica y muchos otros. El usuario promedio ve en todo esto, la pura verdad a la que se aferran: se están aprovechando de mí, y no hay nada que pueda hacer al respecto.
Los investigadores presentarán los resultados del nuevo estudio del mes siguiente en la Privacy Enhancing Technology Symposium Conference en Barcelona. Gizmodo profundiza y pone ejemplos como el de la aplicación de entrega de comida chatarra GoPuff, que el sitio web describe como monitoreo de las interacciones del usuario con la aplicación y los envía a una compañía de análisis móvil llamada Appsee.
La política de privacidad de GoPuff no dice nada acerca de hacer eso, aunque es común que los desarrolladores se apoyen en compañías analíticas como esa. Una vez que se le preguntó a GoPuff al respecto, naturalmente, actualizaron su política para mencionar que se le entregó a Appsee «información de identificación personal”.
Así es como funciona todo, no solo tecnología, ¿verdad? El dinero habla, y el resto camina.
También se debe agregar: los investigadores de Northeastern no desprestigiaron por completo todo el asunto de las escuchas ilegales. Es solo que no encontraron evidencia de que sucediera, que no es lo mismo.
De parte de los investigadores: “Nuestro estudio revela varios riesgos de privacidad alarmantes en el ecosistema de aplicaciones de Android, incluidas las aplicaciones que provisionan de manera excesiva sus permisos de medios y aplicaciones que comparten datos de imágenes y video con otras partes de maneras inesperadas, sin el conocimiento o consentimiento del usuario. También identificamos un riesgo de privacidad que no se denunció anteriormente que surge de bibliotecas de terceros que registran y cargan capturas de pantalla y videos de la pantalla sin informar al usuario. Esto puede ocurrir sin necesidad de permisos del usuario”.