Tarjetas de crédito, ¿qué tan seguros están tus datos?

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La seguridad y la privacidad de los datos personales, sobre todo aquellos referentes a las transacciones bancarias, son temas que desde siempre han sido de prioridad para las empresas financieras y para el mismo usuario. En la actualidad, con el constante avance de la tecnología, esta preocupación por blindarse ante posibles intrusos o delincuentes ha incrementado considerablemente.

Por ello, un grupo de investigadores se ha dedicado a analizar qué tan anónimas son las transacciones que día a día se realizan con tarjetas de crédito alrededor del mundo. Para ello, el Instituto Tecnológico de Massachusetts y las universidades de Rutgers en Estados Unidos y de Aarhus en Dinamarca, llevaron a cabo un estudio mediante el cual, se puso a prueba la protección de los metadatos, es decir, la información personal de los usuarios al usar tecnologías digitales. Los resultados obtenidos fueron publicados en la revista Science, y se obtuvieron después de tres meses de observación. Con un universo de más de un millón de personas residentes de un país anónimo, el grupo liderado por Yves-Alexandre de Montjoye demostró que es necesario contar con sólo cuatro datos que indiquen lugar y hora de la transacción, para poder identificar hasta al 90% de los compradores; además, si se añadía el precio a las variables, la probabilidad aumentaba hasta en un 22%.

Según el portal Scientific American, “los datos analizados eran anónimos, por lo que no conocían los nombres, los números de cuenta u otros identificadores que ayudaran a identificar al individuo. Incluso cuando los datos eran menos específicos –por ejemplo, las compras realizadas dentro de un área geográfica determinada en vez del lugar concreto de la tienda, o manteniendo un margen de 15 días desde la transacción– las personas se podían identificar añadiendo una mínima información adicional.” En consecuencia, la necesidad de mejorar los sistemas de protección de los productos financieros se hace evidente, a la par del avance tecnológico y la creciente utilización del dinero plástico.