Tatuajes en la piel podrían sustituir a los Smartphones según Bill Gates

Hay afirmaciones sobre la tecnología del futuro que resultan curiosas, y más aún cuando provienen de personajes de gran relevancia como Bill Gates. El magnate ha afirmado que existe una gran probabilidad de que los teléfonos inteligentes desaparezcan en un futuro y que serán sustituidos por una nueva tecnología que, al menos en la actualidad, parece increíble.

El líder de Microsoft se ha dado a la tarea en los últimos años de respaldar algunas nuevas tecnologías, y su desarrollo apuntaría hacia un nuevo esquema en lo que a comunicaciones se refiere. Los teléfonos móviles se han convertido en parte indispensable de la vida del individuo promedio, pero llegar a pensar que podemos integrarlo a nuestro cuerpo ya parece absurdo.

Esto es lo que plantea Bill Gates, aunque no parta de un futuro cercano, ya que, si las afirmaciones del millonario son acertadas, los móviles serán sustituidos por tatuajes, o al menos una tecnología similar. Hace unas décadas no nos imaginábamos que podríamos usar auriculares tan pequeños e inalámbricos, mucho menos que podríamos proyectar una pantalla desde nuestras gafas, así que, no nos atrevemos a cuestionar las palabras de Gates.

No es extraño que las afirmaciones de Bill Gates hayan hecho temblar a más de algún empresario del mundo de la telefonía con estas predicciones. A pesar de todo, parece ser un mercado en que se requerirá de todo un nuevo concepto en el que no todos tendrán un lugar asegurado, sino recordemos lo que le pasó a Blackberry.

Para profundizar un poco más en las predicciones de Bill Gates, tenemos que hablar sobre Chaotic Moon, una empresa que analiza la información del cuerpo humano a través de la aplicación de la biotecnología. En la actualidad, sólo es capaz de ofrecer algunos datos ideales para el control de deportistas o monitorear algunas patologías.

Se trata de tatuajes en la piel que integran sensores y funcionan como conductores eléctricos. Las aplicaciones apuntan a un posible GPS o comunicarnos con otras personas, algo que resulta fascinante, pero que aún no parece estar nada cerca de llegar a la aplicabilidad.