A Reed Hastings, el creador de Netflix, se le olvidó devolver una película que había alquilado en un DVD hace unos años, descuido por el que tuvo que pagar casi 40$. Así fue como nació la idea de Netflix, el servicio en streaming que permite que casi todo el mundo pueda ver un catálogo de programas de televisión, series y películas mediante un servicio de suscripción mensual.
Hasta hace un par de semanas Netflix solo estaba disponible en 60 países por lo que muchos usuarios se conectaban al servicio utilizando un proxy o una red VPN. Esto permite que los usuarios que se conecten al servidor muestren una IP de salida geolocalizada en otro país y no su IP real. Ahora el servicio en streaming ya está disponible en todos los países del mundo (exceptuando cuatro), pero los usuarios se siguen conectando a la red a través de un proxy.
Ante la situación, la empresa ha anunciado que va a endurecer su método de detección de IP en contra de los VPN para que solo puedan acceder al contenido los usuarios que se encuentren en un territorio en el que esté permitido. Ahora que Netflix ha aumentado su cobertura en el mundo esto no debería suponer un problema, ¿O sí?