Venta de Activision Blizzard confronta una vez a Microsoft y Sony

Una seria polémica se lleva a cabo entre Sony y Microsoft, ya que, el interés por parte de la empresa Norteamérica por la compra de Activision Blizzard ha despertado las alarmas de los asiáticos. El centro de esta disputa tiene como protagonista a una de las franquicias más relevantes de Activision; Call of Duty, un juego que se ha convertido en un referente de la marca y que sin miedo a equivocarnos, es el pilar fundamental de este desarrollador.

Microsoft ha expuesto su interés por la compra de esta empresa, por un valor de $68.700 millones de dólares. Pero para que esto ocurra, debe llevarse a cabo una estricta revisión por parte de algunos reguladores a nivel mundial, en donde cobra sentido el CMA de Reino Unido en toda esta historia. Explícitamente, Sony ha expresado su oposición a la negociación, ya que, esto supondría una seria amenaza para la competencia.

No en vano, Activision Blizzard se ha posicionado como uno de los desarrolladores referentes en la industria de los videojuegos, pero la compra de esta marca daría como resultado una grave pérdida para Sony, ya que los derechos de Call of Duty pasarían a ser directamente de Microsoft, el competidor más grande para la empresa japonesa.

Estados Unidos y Japón siempre han competido por el liderazgo del segmento de las consolas de videojuegos. PlayStation y Xbox han sido contrincantes durante décadas y una vez más entran al campo de batalla a defender sus intereses dentro del mercado. En caso de que Microsoft modifique las licencias de Call of Duty y lo convierta en un juego exclusivo de la plataforma, una caída en el número de jugadores pondría a Sony en un escenario nada favorable.

Según el documento publicado por el CMA del Reino Unido, han expresado que la competencia en este sector de los videojuegos no tendría un impacto significativo con la compra de Activision Blizzard. Según Sony, esta postura es irracional, ya que aseguran tener evidencia de los posibles planes de Microsoft de cambiar las reglas del juego y así generar una desventaja para Sony en cuanto competitividad en el mercado. El 26 de abril se llevará a cabo el veredicto del CMA, lo que definirá el futuro de las marcas más relevantes de la industria de los videojuegos.